martes, 17 de octubre de 2006
BIG FISH
Tal vez esta gran película de Tim Burton que tanto le gusta a mi hermano debería ir acompañada por un comentario con algo más de sentimiento y profundidad pero qué le vamos a hacer.
¿Cuánto cuesta el lenguado?, ¿y el kilo de gallos?. Y no sólo el pescado: ¿A qué precio deben estar los tomates para decir que están baratos?, ¿y las alitas de pollo?.
Después de estar casi casi instalados en nuestra casa, Patricia y yo fuimos a hacer compra al carrefour porque nuestra nevera daba pena verla. Y en el anteriormente conocido como “pryca” nos enfrentamos ante la batalla de los precios. Ya íbamos con el miedo de los principiantes pero una vez allí nos encontramos realmente con el problema. Nos dimos cuenta que comprar doritos, coca colas y pizzas no dan la experiencia que se necesita para llenar una nevera que sólo tiene telarañas.
Y no sólo son los precios... ¿cómo se sabe que un pescado está fresco?. La suegra nos dijo que se sabía por los ojos (¿¿¿¿?????). ¿Tienen que tener las pupilas dilatadas?, ¿deben tener los ojos ensangrentados?, ¿pestañas?, ¿ojeras?.... al final nos decantamos por una bandeja de cartón con tres filetitos de lenguado dentro. Precio: 5’44 euros. ¿Es buena compra?. Con la duda en el ambiente nos fuimos (carrito repleto en ristre) por donde habíamos venido. El sábado nos dimos cuenta que nos faltan unos cuantos meses para saber comprar.
Hasta entonces tendremos que acudir a los sabios consejos de nuestras madres que se han convertido es esas pequeñas hadas que nos ayudan con lo grande y lo pequeño; con lo teórico y lo práctico. No sé que haríamos sin ellas.
Gracias por los euros, los muebles y los electrodomésticos. Pero sobre todo gracias por esos detalles que lo hacen todo muuucho más fácil: esos ambientadores, esas perchas, esos trapos viejos... mil cosas pequeñitas que os hacen grandes; que os hacen peces gordos.
Por cierto, pedazo de chaparrón el que está cayendo en Madrid... nos hacía mucha falta la lluvia, por lo menos a mi. La lluvia te cambia el ánimo; ya sea para correr bajo ella o para acurrucarte y abrazarte a quien tienes al lado. La lluvia limpia el aire, purifica, relaja, enriquece, nutre, da vida... y lo bien que huele la tierra mojada. No sé si influirá que soy acuario pero en un día de lluvia me siento como pez en el agua.
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alguien que encontrará lo que busca
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3 comentarios:
Ahora que ya eres un experto, sácame de dudas, ¿cuánto vale un kilo de tago?
Jooooder, esta película merecía un artículo con más sentimiento.
Yo no habría malgastado este título así. Creo que habría sido más apropiado "Gente Pez", porque eres tan malo comprando como la película en cuestión.
Por cierto lo de los trapos viejos es lo que más me ha impactado...
Hoy cuando te vea te voy a regalar mi cepillo de dientes usado para que me dediques tu próximo articulo con el nombre: "Las Tres Cerditas", que son solo esos los pelos que quedan en él.
QUE TE DEN CONCURSO !!!
Zurullo de mar:
FUERA! FUERA! FUERA!
FUERA! FUERA! FUERA!
Bueno... he reflexionado. Tal vez "gente pez" hubiera sido más adecuado.
Prometo volver a utilizar el título de "big fish" y sus fotos cuando usted, Señor Zurullo de mar, me de un sobrino.
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