REALITY BITES

Todos los años toca. Todos los años me engancho. ¿Qué tienen los realities que cada temporada me tienen pegado a la tele?. Sin lugar a dudas son una droga que no puedes dejar aunque lo intentes. Y los directivos de televisión no ayudan a los teledependientes en absoluto; no dejan que te quites el mono porque cuando acaba un programa y crees que ya te has librado de la adicción, te ponen otro para que no puedas pasar ni unos meses sin tu dosis diaria.
Siempre digo: “pfff, este año han metido a una gentuza... no lo va a ver ni Rita”. Y toma. Me engancho yo, se engancha Rita y la mitad de España.

Pero lo de este año ya ha sido el acabose. Si no quería una taza me meten dos. Gran hermano y Operación triunfo compiten por tener la mayor audiencia en la misma cadena. Parece imposible que los telespectadores nos quedemos con todos los nombres y con las rarezas y características de cada uno. Pero increíblemente podemos. Es inexplicable que me costara Dios y ayuda memorizar datos cuando estudiaba y en cinco minutos me sepa la vida entera de personas con nombres como Mimi, Moritz, Pulpillo, Naiala, Leo, Saray, Greta o Marusky. Todos estos personajes con peculiares nombres se meten a diario en el salón de mi casa y hablo de ellos como si hablara de mis primos. Mimi, la freak de gran hermano, ¿es real o se ha inventado a sí misma?, ¿Dani Rubio es un machista muy salido o un actor muy estratega?, ¿Xavier de OT es introvertido o un psicópata?, ¿Ismael es un cantante o un cantamañanas?, ¿se liarán Mercedes y Leo?, ¡Ella tiene novio fuera! y, ¿se dará cuenta Naiala de que Dani López la está utilizando para sacar dinero una vez esté fuera de la casa?, ¿o tal vez sea ella la que le está utilizando?. Tengo un mar de dudas sobre todos los triunfitos y los hermanos.

Unas personas que cada año forman parte de mi vida durante tres meses. Con ellos me río, me emociono e incluso sufro cuando lo pasan mal (no se puede negar que el jurado de OT es malvado). Y lo sé: soy lo peor. Me avergüenzo un poco de estar tan enganchado, pero la vida es así... hay que apechugar con las propias debilidades; soy una ovejita tonta que va detrás de todo lo que huela a nominaciones.
Y lo peor es que el día de mañana estos personajillos saldrán de mi vida con la misma facilidad con la que han entrado:¿quién se acuerda hoy de Vicente de OT o de Javito?.
La mayoría de ellos pasarán a formar parte de la interminable lista de juguetes rotos que han creado los medios mientras hacen lo imposible por hacerse un hueco en la tele y en nuestro mundo. Antes de formar parte del circo, los concursantes deberían saber que la audiencia es muy buena para las cadenas pero muy malas para ellos. Cuanto más rápido se sube a la cima, más dura es la caída. Uno no puede comerse el mundo en una sola noche. Es mejor comérselo mordisquito a mordisquito para que el gran triunfo no resulte indigesto.