jueves, 7 de septiembre de 2006

LA VIDA SECRETA DE LAS PALABRAS


Qué de cosas esconde una palabra. La tinta que arrastra su última letra puede estar cargada de dolor, emoción o pasión. Una palabra puede tener un pasado oscuro e hiriente o augurar esperanza y un prometedor futuro. ¿Cuántas palabras existen?, ¿y de cuántas maneras se pueden expresar?.
Hay veces que las palabras son inoportunas, sobran sin más. Otras, nos quedamos sin ellas cuando más falta nos hacen o más necesarias son para el que está a nuestro lado. En ocasiones las utilizamos sin tener que hacerlo o lo hacemos sin tener en cuenta las consecuencias que pueden tener. Lo bueno es utilizarlas a tiempo... pero también es cierto que más vale tarde que nunca.

Algunas palabras despiertan a gritos a los fantasmas del pasado que ya creías dormidos para siempre. Esas palabras, ancladas en las aguas de los malos recuerdos, impiden ver lo que viene con claridad y paz. Muchas veces es mejor olvidarlas o hacerte el sordo para no sufrir torturándote con ellas. En otros momentos lo único que quieres es escucharlas una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez...
De vez en cuando debemos escuchar lo que no nos gusta para darnos cuenta de lo que somos pero, ¿por qué escuchar lo que no nos gusta cuando no nos lo merecemos?.

Quizás no nos demos cuenta nunca de lo que podemos provocar en una mente o en un corazón con una o un par de palabras. ¿Te has preguntado lo importante que puede llegar a ser un “adiós”? ¿O lo que puede marcar a una persona el decirle “te quiero”, “tuyo”, “mío”, “nuestro”, “verdad”, “mentira”, “nunca”, “siempre”, “quédate”, “vete”, “perdón”...?. Para bien o para mal es impresionante el peso que tienen las palabras.
Palabra, qué poderosa eres. Me gustaría ser un hombre de palabra pero sólo de buena palabra. No quiero ser un hombre de palabra hiriente. ¿De qué me serviría hacer daño con ella?, ¿por qué utilizarla para abrir heridas ya cerradas o aún sin abrir?. La palabra nació para evitar el daño, no para crearlo. Para seguir a la verdad y no a la mentira. Si todos dieramos nuestra palabra de al menos intentar no clavar palabras como puñales, las sonrisas vencerían a las lágrimas. Ahora, como siempre, tú tienes la palabra.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué efecto producen las palabras?

Unas palabras ofrecen alegría,
y otras palabras por contra pueden ofrecer tristeza,
Algunas palabras transmiten consejos,
y otras sin embargo ni siquiera transmiten,
Hay palabras que te llenan de gozo,
Y otras palabras que te hunden, hieren, y crean poso.

Pero,

¿Qué sería de la vida sin palabras?

Las palabras te dan cariño,
Las palabras te dan pasión,
Las palabras te dan consejo,
Las palabras te dan disgustos,
Las palabras te dan amor,

Pero sin palabras, los seres humanos caemos en la soledad, el silencio, la distancia, la desesperación y la falta de comunicación.

Así que perdona que discrepe querido hermanito, pero dime palabras de todo tipo que me guíen y acompañen, pues son ellas las que generan los sentimientos de amor, felicidad, tristeza e ira, haciendo en definitiva, que la vida sea vida.

Anónimo dijo...

una vez mas las palabras han vuelto a ser mal interpretadas

Anónimo dijo...

No creo que sea así. Es una opinión sin más sobre el asunto de este artículo. LA PALABRA.

alguien que encontrará lo que busca dijo...

¡¡Qué gran comentario Fandanguín!!
Cada día eres más poeta.
Arriba Pepe! Chimpún!