
El Superman que yo conozco no lleva capa ni se hace pasar por un tímido periodista del Daily Planet, el diario de Metropoli. Mi Superman no viene de Cripton, no se crió en una tranquila granja ni tiene un enemigo mortal como Lex Luthon. El Superman que yo conozco es socio del Atleti, se emociona con las películas y lloraba por las noches porque le daba miedo la muerte. Mi Superman particular no deja vivo ningún espejo, siempre es el rey de la fiesta y es capaz de llevar sus ideales hasta el final.


Este Superman no podría dar un millón de vueltas alrededor de la tierra para hacer retroceder el tiempo y así salvar a su amada Lois "Estefania" Lane de una muerte segura. Pero intentarlo, lo intentaba seguro. A cabezón nadie le gana.
Todo el mundo que lea esto habrá comprendido que mi Superman es mucho mejor que el del cine. Y seguro que pensáis: ¡ojalá fuera mi hermano mayor!.

PD: Exijo la pronta incorporación de Superboy en esta historia.
PD2: La foto del Superman de Usera me la ha enviado el mismo homenajeado.