lunes, 8 de enero de 2007

VOLVER


Volver a la realidad después de la "no blanca" pero bonita Navidad. Cenas espectaculares, brindis, bolas de colores, luces en las calles, frío, noches de fiesta, canciones, campanadas, regalos... cada año se repite la misma historia y cada año parece que es la primera. Y este año más que nunca. Siempre recordaré estas Navidades porque han sido las primeras que he pasado fuera de casa y, al mismo tiempo, en casa. Han sido las primeras en las que he enviado y recibido christmas en cantidades industriales y las primeras en las que he pasado la Nochevieja con la familia política. Todo han sido cambios; positivos claro.
La Navidad empezó con una Nochebuena de cine en casa de mi gran tía Conchi. Es la mejor anfitriona que puede haber. Siempre te contagia de energía con su risa y siempre se la siente cerca. En su casa, en la que nunca falta el calor, nos felicitamos la navidad al estilo argentino y jugamos al bingo comiendo turrón. Fue la primera Nochebuena que la Patricina pasaba con mi familia y sin la suya y no pudo haber una casa ni una compañía mejores que aquéllas para el acontecimiento. Como no, mi padre se llevó su mierda de plástico, sus pelucas, sus caretas y su buen humor de siempre. Sin duda lo dio todo para que fuera una noche buena. Sólo faltó mi hermano y su señorona... pero bueno, el año que viene coincideremos.

La cosa continúo con una Nochevieja protagonizada por mi segunda familia. Mi estreno con ellos no pudo ir mejor. La cena fue impresionante y no faltó el lambrusco, el champán, el citrón y las risas. Me comí las 12 uvas que, aunque eran tamaño melón y me costó engullirlas, estaban rellenas de buenos deseos para todos los míos.
Y después de celebrar el cumpleaños de Patricia vinieron los reyes.... y ¡cómo vinieron! Los roscones estaban inmejorables y los regalos aún más.
De este periplo navideño me quedan los regalos, las sonrisas y los recuerdos; buenos recuerdos de cada una de esas personas que han contribuído para que estas fiestas hayan sido tan coloridas y especiales.
Pero ahora es tiempo de volver. Regresar a la rutina de todos los días. Tiempo de olvidar ese sueño que todos tenemos a finales de cada diciembre y coger carrerilla para empezar de nuevo. Suerte y salud para todos. Hasta la vuelta.


Volver con la frente marchita las nieves del tiempo, platearon mi sien
Sentir que es un soplo la vida, que 20 años no es nada que febril la mirada errante en la sombras te busca y te nombra
Vivir con el alma aferrada a un dulce recuerdo que no ha de volver.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para algunos y yo soy uno de esos que en la vida hay ciertas cosas que son mas que un sentimiento, ser del Atleti, las Navidades, etc.

Hablando de las fechas navideñas, es una de esas situaciones donde son menos los momentos de felicidad que los rollitos de toda indole, y aun asi son imprescindibles y deseadas cada año.

¡ VIVAN LAS NAVIDADES!
¡ VIVA EL ATLETI !
¡ VIVA TODO LO QUE MERECE LA PENA!

Anónimo dijo...

Me ha gustado sobrino el comentario que has hecho sobre las Navidades, al leer esto tan bonito que has puesto sobre mi persona se me puso boca sapo como dice mi cuñadisima, me alegro un monton de que os lo pasaseis muy bien y como dice el del Atleti:
¡VIVAN LAS NAVIDADES!
¡VIVA EL MOSTOLES!
¡VIVA TODO LO BUENO!