LA CHICA DE LA PUERTA DE AL LADO
Siempre que recuerdo mi hogar aparecen ellos junto a él. Son más que familia. Me he criado con una pierna en mi casa y la otra en la suya. Cuando me da por pensar con quien podré contar para lo bueno y para lo malo, aparecen ellos como arte de magia en mi mente. Y estoy seguro que ellos sienten lo mismo hacia los chicos de la puerta de al lado. La Baba se nos casó el 25 de julio en la Basílica de Atocha con un gran hombre por dentro y por fuera. Ver a dos hermanas, no de sangre sino de corazón, cogidas de la mano al ver a su pequeña entrar vestida de blanco fue de las cosas más bonitas que he visto en mi vida. Instantes como esos son los que te enseñan que el cariño y el afecto verdadero no sólo hay que alimentarlo cada día sino que se demuestra y se siente en los momentos importantes de la vida. Y en la boda de Nuria hubo mucho sentimiento.
Siempre que recuerdo mi hogar aparecen ellos junto a él. Son más que familia. Me he criado con una pierna en mi casa y la otra en la suya. Cuando me da por pensar con quien podré contar para lo bueno y para lo malo, aparecen ellos como arte de magia en mi mente. Y estoy seguro que ellos sienten lo mismo hacia los chicos de la puerta de al lado. La Baba se nos casó el 25 de julio en la Basílica de Atocha con un gran hombre por dentro y por fuera. Ver a dos hermanas, no de sangre sino de corazón, cogidas de la mano al ver a su pequeña entrar vestida de blanco fue de las cosas más bonitas que he visto en mi vida. Instantes como esos son los que te enseñan que el cariño y el afecto verdadero no sólo hay que alimentarlo cada día sino que se demuestra y se siente en los momentos importantes de la vida. Y en la boda de Nuria hubo mucho sentimiento.
Toda la familia se sintió orgullosa al ver a Nuria más guapa que nunca vistiéndose en su casa. Nos emocionamos en la ceremonia y nos lo pasamos en grande en la celebración. Estoy seguro que junto a David, Nuria va a ser todo lo feliz que se merece. Y aunque su puerta ahora está un poco más lejos que hace unos años, para mí siempre estará al lado.
CARLITOS Y EL CAMPO DE LOS SUEÑOS
31 años son muchos para algunas cosas pero pocos para otras. Es una edad en la que ya hay que ser responsable pero pocos para ser aún un niño grande y seguir soñando. Patronato y yo le regalamos a Carlitos por su cumpleaños unos detallitos que le hicieron mucha ilusión, pero todos ellos envueltos con el deseo de que cumpla todos los sueños que guarda en su campo de fútbol secreto. Ahí van unas estrofas de una canción que me recuerdan a él cada vez que la escucho.
Nadie como tú sabe tanto de mi,
nadie como tú para hacerme reír.
Nadie como tú es capaz de comprender
mis penas mi tristeza, mis ganas de vivir…
Nadie como tú para pedir perdón,
nadie como tú valora esta canción
CARLITOS Y EL CAMPO DE LOS SUEÑOS
31 años son muchos para algunas cosas pero pocos para otras. Es una edad en la que ya hay que ser responsable pero pocos para ser aún un niño grande y seguir soñando. Patronato y yo le regalamos a Carlitos por su cumpleaños unos detallitos que le hicieron mucha ilusión, pero todos ellos envueltos con el deseo de que cumpla todos los sueños que guarda en su campo de fútbol secreto. Ahí van unas estrofas de una canción que me recuerdan a él cada vez que la escucho.
Nadie como tú sabe tanto de mi,
nadie como tú para hacerme reír.
Nadie como tú es capaz de comprender
mis penas mi tristeza, mis ganas de vivir…
Nadie como tú para pedir perdón,
nadie como tú valora esta canción
Nadie como tú me da su protección,
me ayuda a caminar, me aparta del dolor…
Solamente tú lo puedes comprender,
y sólamente tú te lo podrás creer.
En silencio y sin cruzar una palabra,
sólamente una mirada es suficiente para hablar.
Ya son más de veinte años de momentos congelados
en recuerdos que jamás se olvidarán.
Y pasarán los años y siempre estarás
buscando un plan para que se hagan realidad
los sueños que hacíamos antes de ayer al dormir
hablando del tiempo que nos quedará por vivir.
me ayuda a caminar, me aparta del dolor…
Solamente tú lo puedes comprender,
y sólamente tú te lo podrás creer.
En silencio y sin cruzar una palabra,
sólamente una mirada es suficiente para hablar.
Ya son más de veinte años de momentos congelados
en recuerdos que jamás se olvidarán.
Y pasarán los años y siempre estarás
buscando un plan para que se hagan realidad
los sueños que hacíamos antes de ayer al dormir
hablando del tiempo que nos quedará por vivir.
En silencio y sin cruzar una palabra,
sólamente una mirada es suficiente para hablar.
Ya son más de veinte años de momentos congelados
en recuerdos que jamás se olvidarán.
Y sin hablar, sólo al mirar
sabremos llegar a entender que
que jamás ni nada ni nadie
en la vida nos separará.
REINAS
Sólo diez días separaron dos historias de verano. La primera es un clásico del mes de agosto: el cumpleaños de mi madre. Poco la puedo decir más de lo que ya la he dicho o no la he dicho pero sabe que pienso y siento. El mundo siempre ha estado en manos de las luchadoras como ella. Y su mundo es el amor, la paciencia, la transigencia y la sinceridad. No cambies nunca mamá.
La segunda es una aventura inolvidable e inesperada que llenó la vuelta a la rutina de color y música. Sin aviso previo, mi compañera de viaje y yo nos vimos viajando de Bristol a Cardiff para disfrutar del estreno mundial de la última gira de su majestad Madonna. Un dulce fin de semana con un espectáculo arrollador como guinda. Pensaba que no podía morir sin ver a Madonna en directo. Y creedme cuando digo que ahora pienso que no sé como podía vivir sin haber visto a Madonna en directo.
Larga vida a las reinas.
LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA
Con esta canción abrieron su baile Silvia y Nacho y, hay que decirlo, fue uno de los bailes más emocionantes que he visto jamás. La ceremonia se celebró en El Escorial, un marco incomparable para prometerse amor eterno, ¿no?. La cena fue de lujo y todos los amigos nos lo pasamos genial bebiendo, bailando y la coctelera agitando. Hay que felicitarles porque, a pesar de todos los inconvenientes con los que se han encontrado en el camino, la boda fue perfecta. Una boda perferta para una pareja perfecta.
REINAS
Sólo diez días separaron dos historias de verano. La primera es un clásico del mes de agosto: el cumpleaños de mi madre. Poco la puedo decir más de lo que ya la he dicho o no la he dicho pero sabe que pienso y siento. El mundo siempre ha estado en manos de las luchadoras como ella. Y su mundo es el amor, la paciencia, la transigencia y la sinceridad. No cambies nunca mamá.
La segunda es una aventura inolvidable e inesperada que llenó la vuelta a la rutina de color y música. Sin aviso previo, mi compañera de viaje y yo nos vimos viajando de Bristol a Cardiff para disfrutar del estreno mundial de la última gira de su majestad Madonna. Un dulce fin de semana con un espectáculo arrollador como guinda. Pensaba que no podía morir sin ver a Madonna en directo. Y creedme cuando digo que ahora pienso que no sé como podía vivir sin haber visto a Madonna en directo.
Larga vida a las reinas.
LOS MEJORES AÑOS DE NUESTRA VIDA
Con esta canción abrieron su baile Silvia y Nacho y, hay que decirlo, fue uno de los bailes más emocionantes que he visto jamás. La ceremonia se celebró en El Escorial, un marco incomparable para prometerse amor eterno, ¿no?. La cena fue de lujo y todos los amigos nos lo pasamos genial bebiendo, bailando y la coctelera agitando. Hay que felicitarles porque, a pesar de todos los inconvenientes con los que se han encontrado en el camino, la boda fue perfecta. Una boda perferta para una pareja perfecta.