Al segundo lunes después de las vacaciones, uno se da cuenta que ha vuelto. Y más aún cuando ese lunes ha sido duro y el calor de la noche no deja dormir. Mirando la madrugada apoyado en el quicio de la ventana y fumando un cigarro me da por pensar en que cualquier tiempo pasado es mejor. Cierro los ojos y en lugar de ver mi calle desierta, el opaco cielo madrileño, el camión de la basura y a otros desvelados como yo en sus ventanas, veo luces, escaparates, taxis y cientos de personas andando con prisa hacia sus sueños. Cierro los ojos asomado en mi ventana y veo una calle sin final, a una anciana maquillada y con tacones esperando el autobús y a una chica negra con los pantalones caídos y una camiseta de Dolce & Gabanna hablando por teléfono con un enorme vaso de café en la mano. Veo mucho tráfico, un Starbucks en cada esquina y a los mendigos leyendo la sección de deportes. Cierro los ojos y escucho la música de Glen Miller mientras hago volar mi imaginación y despierto en la ciudad que nunca duerme. martes, 29 de julio de 2008
MANHATTAN
Al segundo lunes después de las vacaciones, uno se da cuenta que ha vuelto. Y más aún cuando ese lunes ha sido duro y el calor de la noche no deja dormir. Mirando la madrugada apoyado en el quicio de la ventana y fumando un cigarro me da por pensar en que cualquier tiempo pasado es mejor. Cierro los ojos y en lugar de ver mi calle desierta, el opaco cielo madrileño, el camión de la basura y a otros desvelados como yo en sus ventanas, veo luces, escaparates, taxis y cientos de personas andando con prisa hacia sus sueños. Cierro los ojos asomado en mi ventana y veo una calle sin final, a una anciana maquillada y con tacones esperando el autobús y a una chica negra con los pantalones caídos y una camiseta de Dolce & Gabanna hablando por teléfono con un enorme vaso de café en la mano. Veo mucho tráfico, un Starbucks en cada esquina y a los mendigos leyendo la sección de deportes. Cierro los ojos y escucho la música de Glen Miller mientras hago volar mi imaginación y despierto en la ciudad que nunca duerme.
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