
Ya no hay vuelta atrás. Tengo los días contados para volar del sur al norte y del norte al sur. Para soñar y regresar a dos de mis rincones favoritos del mundo.
Tengo los días contados para contemplar de nuevo la majestusidad de El Cairo y la infinidad de Manhattan. Días contados para surcar las aguas del Nilo y las calles de Manhattan. Para que mi mirada se pierda entre la altura de los rascacielos y la inmensidad del desierto. Días contados para montar en taxi y en camello. Para comer hamburguesas y beber té de menta, subir al Empire State y descender por los pasadizos de una pirámide. Navegar en barco por río y mar. Contemplar la estatua que inspira libertad y adentrarme en los templos que la dan.
