martes, 27 de marzo de 2007

MY FAIR LADY

Como decía la mítica Audrey Hepburn en My fair lady, “The rain in Spain falls mainly in the plain” aunque los españolitos nos quedamos con aquello de “la lluvia en Sevilla es una maravilla”. Da igual que la traducción en la película no fuera exacta porque no importan las palabras sino quien las dijo.
Desde mi ordenador estoy viendo a través de la ventana como está diluviando en Madrid y no he podido evitar recordar a Audrey Hepburn buscando a su gato bajo la lluvia en un callejón de Nueva York en “Desayuno con diamantes” y aprendiendo a hablar como una señora en “My fair lady”.
La primavera ha llegado con ganas de llover y la manga corta que esperábamos se ha convertido en un bonito paraguas como el que lleva Audrey en la foto de arriba.
No hay más que verla. La Hepburn es sinónimo de clase y elegancia. A todas las mujeres les gustaría parecerse a ella ya que es el prototipo de la feminidad y de la clase. Parece que hoy en día no hay casa que se precie que no tenga su rinconcito “Audrey”. Ha dejado de ser la actriz para convertirse en el símbolo.
Mucha gente ve en la imagen de Audrey Hepburn el espíritu olvidado del glamour y de todo aquello que parecía haber en una época y que hoy ha desaparecido.

Audrey representa unos años en los que las mujeres comenzaban a disfrutar de libertad e independencia pero seguían siendo ladies. Su imagen es la de la mujer de los contrastes: delicada pero con carácter, elegante pero cómoda, sensata pero capaz de cometer locuras, enamoradiza pero libre para amar a quien desee.

Y supongo que por eso Audrey Hepburn es el espejo en el que se miran miles de mujeres. Un espejo que desprende un reflejo de luz que es capaz de iluminar hasta la primavera más gris.
La cara de Audrey lo ilumina todo.

martes, 13 de marzo de 2007

LOS GOONIES

Vuelven las ganas de aventura y libertad.


Vuelven los veinte grados, las flores, la manga corta, la ventanilla del coche bajada y el aire libre.


El mes de marzo nos devuelve la cervecita en las terrazas, los helados, las ganas de salir a bailar y los días más largos.


Con la primavera regresan las gafas de sol, el canto de los pájaros, los fuegos artificiales, la gorra y los paseos en bicicleta.


El espíritu Goonie ha vuelto, comienza a sentirse en el aire y a olerse en el humor de las personas. Si miras por la ventana verás que todo es diferente y, si la abres y escuchas atentamente te sorprenderás aún más.
Sonrie, deja sonreir. Canta y deja cantar. Déjate invadir por el espíritu goonie.
¡FELIZ PRIMAVERA!




viernes, 9 de marzo de 2007

SECRETOS Y MENTIRAS


¿Por qué a veces nos complicamos tanto la vida? No sé porque cuando nos hacemos adultos entramos en un mundo sin inocencia que no nos convierte en hombres y mujeres sino en niños malos. ¿Por qué perdemos esa inocencia que tenemos cuando somos niños? No hay nada más bonito que eso.
Al desprendernos de nuestro ser inocente nos empezamos a rodear de secretos y mentiras que nos hacen madurar pero a la vez nos hacen sufrir.
Seamos sinceros, unos más y otros menos, pero al final todos caemos en esa espiral de reproches, envidias, secretos, mentiras y dolor que nos produce daño a nosotros y a los nuestros. ¿No es cierto que los niños siempre dicen la verdad? Pues aprendamos de ellos. Es mucho mejor ir de cara y con la verdad con las personas que nos importan porque si de algo estoy seguro es de que los secretos y mentiras, por muy pequeños que sean, terminan doliendo. La verdad puede que sea como un pellizco; al principio duele un poco pero acaba pasando. En cambio la mentira eterna es como un cáncer que crece y crece entre los vínculos que nos unen y acaban por enfriarnos y matarnos.
La película que titula estas palabras habla de madres, hijas, tíos, novios, hermanos y cuñadas que se han tragado sus celos, anhelos, culpabilidades, secretos y mentiras; lo único que consiguen es distanciarse los unos de los otros. Uno de los protagonistas que es marido, hermano y tío dice que si lo que te duele lo compartes con los tuyos duele menos. Y es una verdad universal. Los personajes, que nos reflaejan a todos fielmente, se quieren pero no saben como decírselo. Hay gente que comete errores y no tiene la suerte de que un día todo explote y salgan a relucir los secretos, las mentiras y los te quieros. Por desgracia se llevan en su último adiós el dolor.
Los míos y yo tenemos la virtud de mantener un poquito de esa inocencia que teníamos de niños y no podemos disimular nuestro dolor. Lo compartimos todo, lo bueno y lo malo. No hay secretos, no hay mentiras. Cuando me resulte difícil compartir con los que me rodean recordaré a Hortense, a Cynthia, a Maurice a Roxanne o a cualquiera de los personajes de esta gran película para saber, que la verdad no hace daño y que si te escuece la herida, lo mejor es que te soplen.

Muchas gracias a todos por soplarme cuando me hace falta.